Hace poco, el director Departamental de Educación de Cochabamba, Iván Villa, admitió que está contratando profesionales libres para cubrir ítems vacantes del bachillerato técnico humanístico (BTH). Se está procediendo de la misma manera con las acefalías en Educación Técnica Tecnológica, en las Escuelas de Formación de Maestros y en las modalidades de Educación Especial y Alternativa.
El magisterio nacional y la población toda tienen que saber que los profesionales libres son contratados como empleados públicos, y no en el marco del régimen del Escalafón del Servicio Educativo. La pretensión del Ministerio de Educación es generalizar este tipo de contratos de manera progresiva para terminar anulando el Escalafón, una de las conquistas fundamentales de la educación y del magisterio.
Los ataques directos al Escalafón y a la carrera docente se perpetran a vista y paciencia de los dirigentes nacionales de los magisterios urbano y rural, a pesar de que las bases alertan permanentemente del grave peligro que corre esta conquista profesional que garantiza al magisterio estabilidad en las fuentes de trabajo y el derecho a seguir una carrera docente.
Las declaraciones de Iván Villa sólo expresan la verdadera política del gobierno de Luis Arce que –al igual que los gobiernos anteriores, incluidos los neoliberales– se ha constituido en franco enemigo de las conquistas de la educación y del magisterio nacional. Arce y los gobiernos anteriores, con el fin de reducir el presupuesto educativo, no han dudado en atentar contra la calidad de la educación y condenarla a la barbarie.
El Estado subordina las necesidades pedagógicas a las limitaciones financieras, una solución por la vía del desastre. No le importa la calidad educativa y se empecina en mantener el miserable presupuesto educativo, sin considerar el crecimiento vegetativo y la deuda histórica de ítems.
El gobierno del MAS hace exactamente lo mismo que el neoliberalismo en el período 1985-2005: liberar al Estado de altos costos en materia educativa a través de la descentralización. El MAS ha entregado servicios fundamentales de educación a las alcaldías (infraestructura) ya las gobernaciones (educación superior).
Los maestros no comprenden la dimensión de los peligros que enfrentan, entre ellos la “optimización” de ítems educativos, la creación de fuentes de trabajo con carga horaria incompleta y la paulatina privatización del servicio. Hace muchos años que el gobierno no crea suficientes fuentes de trabajo para cubrir la demanda de maestros, y los padres de familia han asumido el gasto.
Durante la pandemia, las familias empobrecidas financiaron la educación virtual: pagaron por el servicio de Internet y los equipos tecnológicos necesarios para que sus hijos pasen clases. Al regresar a clases presenciales, el régimen masista fusiona paralelos y masifica cursos hasta con 50 alumnos, privando a los estudiantes de recibir atención individualizada.
El gobierno burgués autodenominado “socialista”, al igual que los gobiernos nacionalistas y neoliberales del pasado, fortalece la presencia de las transnacionales en los sectores estratégicos de la economía y consolida nuestra condición de país exportador de materias primas. Y mientras flexibiliza la ley laboral y reduce los impuestos para “garantizar la inversión extranjera”, recorta salarios y conquistas sociales para contener el creciente déficit fiscal.
Las Federaciones de Trabajadores de Educación Urbana de La Paz, Cochabamba y Chuquisaca convocan al magisterio nacional, tanto urbano como rural, a los padres de familia, a los trabajadores ya la población toda a organizar un frente único para defender las conquistas de la educación y la calidad educativa, e impedir que el gobierno siga avanzando en su política destructora de la educación fiscal.